EXCURSION ORNITOLÓGICA A ESCOCIA
por
Paco Chiclana
Del 30 de
mayo al 2 de junio de 2013
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grupo © paco chiclana |
Participantes: Ricardo Martín-Baylo, Alfonso Barragán, Miguel Angel
Carvajal, Juan Russo, Mario Martín, Raimundo Martín y Paco Chiclana.
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Itinerario realizado en línea amarilla |
Resumen.-
El objetivo inicial de este segundo mini viaje a
Escocia era observar dos especialidades del país, lagópodo y piquituerto
escocés. La unión posterior de varios amigos conllevó la ampliación de las
especies diana y de los espacios a visitar. Finalmente resultó un tour muy
exitoso, enriquecedor y enteramente satisfactorio.
Volamos con Ryanair desde Málaga al aeropuerto de
Glasgow Prestwick, aterrizando a primerísimas horas del jueves día 30.
Recogimos dos coches de alquiler –con Hertz- y nos dirigimos al hotel a pasar
la noche. No conseguimos alquilar una furgona para todos, y la experiencia de
viajar en dos coches separados no acaba de convercerme.
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paisaje © paco chiclana |
Para la preparación del viaje utilicé la información
que me facilitaron amigos como Fernando del Valle, Leonardo Casasola, Manuel Jiménez Cintado,
Quique Marcelo, Ernest F.J. García, Bernat Iglesias, Antonio Rodríguez Sinovas,
Alejandro García Herrera, Alvaro Díaz, Antonio Ceballos, David Cañizares y José
Luis Copete, a quienes quedo muy agradecido. También ha sido fundamental la documentación
suministrada por el libro “Where to Watch Birds in Scotland” de Mike Madders
(Helm).
30
de mayo.-
Amaneció
alrededor de las 4:30 horas y algo más tarde ya estábamos en marcha con pocas
horas de dormida. Atravesamos el parque nacional de Loch Lomond, con unos
maravillosos paisajes, dirección norte. Una corta parada para estirar las
piernas nos regaló un par de mosquiteros silbadores muy cantarines.
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paisaje © paco chiclana |
Pasamos por
Fort William, bordeamos el lago Ness, nos avituallamos y alcanzamos Corrimony (reserva
natural de la RSPB –cerca de Cannich-) a la hora del almuerzo. Estábamos en las
Highlands, en un día muy agradable, soleado, con una luz limpia que resaltaba
el color de lúganos y camachuelos. Tras el bocata iniciamos el ascenso a los lagos
de Corrimony a través de un precioso bosquete de pinos de caledonia donde oímos
y vimos varios piquituertos tipo escocés.
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Corrimony © paco chiclana |
La existencia de piquituerto lorito
en la zona, y la posible hibridación entre ambas especies, hace casi imposible
reconocer al escocés a simple vista, pero un macho que se nos mostró pletórico
reunía los requisitos necesarios para ser bautizado como tal (aunque siguen
existiendo dudas). Nos llevamos instrumental para grabación de sonidos pero el
resultado no ha sido muy determinante.
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piquituerto en Corrimony © Juan Russo |
La subida a Corrimony es ligera, rápida
y de poca pendiente, y en menos de una hora estábamos tras la masa forestal, en
un páramo húmedo precioso, repleto de alondras y bisbitas comunes
reproductoras. También varios bisbitas arbóreos cantando en las copas de
algunos árboles aislados. La visión fugaz de un par de gallos liras elevó aún
más la excitación. Por la zona también una hembra de ciervo escocés. Teníamos uno de los lagos a unos cientos de metros, con una
pinta muy buena para sorpresas, pero la peña decidió volver a los coches y visitar Glen Affric, situado a
pocas millas de nuestra posición. Allí no hicimos ruta a pie (el cansancio
empezaba a hacer mella) y nos limitamos a recorrer en coche el entorno de la
lámina de agua, con buenas observaciones de mirlo acuático, serreta grande,
agateador norteño y lavandera enlutada.
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Glen Affric © paco chiclana |
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mirlo acuático © Juan Russo |
Aunque anochecía pasadas las 22:30
horas, después de las ocho de la tarde la actividad de las aves descendía
bastante. Dormimos en Inverness, con vistas de corneja cenicienta por el camino.
31
de mayo.-
Hoy
tocaban las Cairngorms –el segundo parque nacional de Escocia- y el día
amaneció también claro y soleado. Mientras cargábamos maletas se oían zorzales
comunes en los jardines. Pusimos rumbo a Lochindorb y atravesamos unos prados
verdes deslumbrantes, cargados de faisanes, cornejas negras, gaviotas canas, corzos y
escribanos cerillos. Pronto estábamos en la parte sur del lago, rodeados de
brezos y de lagópodos escoceses en todo su esplendor, machos cantando, parejas
seguidas de pollitos, todo un espectáculo.
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macho de lagópodo escocés © Juan Russo |
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hembra de lagópodo escocés © Ricardo Martín-Baylo |
Para mí lo mejor del viaje; una
especie muy atractiva en un entorno inolvidable. Y en el lago una pareja de
colimbos árticos criando, inesperados, que nos alegró aún más la mañana.
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colimbo ártico © Juan Russo |
Hubiera pasado allí toda la jornada, rodeado además de ánsares comunes con sus
retoños, bisbitas alpinos cantando desde lo alto, lechuza campestre, pardillo
piquigualdo…
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brezal en las Highlands © paco chiclana |
El
siguiente destino era Ben Macdui Plateau para intentar perdiz nival y
carambolo, pero el día se fue tornando gris y nuboso lo que tumbó nuestras expectativas.
Por lo tanto, pusimos rumbo a Loch Ruthven, otra reserva de la RSPB situada a
14 millas al sur de Inverness. Allí sacamos graja en la llegada y escribano
palustre cantando en las inmediaciones del aparcamiento. El lago estaba
adornado por más que bonitos zampullines cuellirrojos, con unos plumajes
alucinantes, y su entorno tomado por mosquiteros musicales.
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zampullín cuellirrojo © Juan Russo |
Empezó a llover
algo y nos largamos dirección Aviemore para comer en Abernethy forest. Allí la
fina y débil lluvia fue ingrediente de la comida, algo lógico –por otra parte-
dado que estábamos en Escocia.
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Abernethy forest © Alfonso Barragán |
Dimos un paseo por Loch Garten (dirección a Loch Mallachie) pero la lluvia no nos permitió disfrutar del
pajareo, circunstancia que no parecía importunar a los observadores locales. Escuchamos
piquituertos que no se dejaron ver, y encontramos algunas plumas de urogallo.
Teníamos
reservado alojamiento en Anstruther, al sureste, dirección Edimburgo y pusimos
rumbo hacia allí. Por el camino alguna parada con registros de reyezuelo
sencillo, chochín y pardillo sizerín.
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chochín © Juan Russo |
Dormimos en un acogedor hotel al lado del
mar, en el mismo puerto -The Waterfront-, donde en el desayuno nos dieron a
probar las famosas haggis escocesas.
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alojamiento en Anstruther © paco chiclana |
1 de junio.-
Teníamos reservado ferry
para visitar la isla de May, en el estuario o fiordo de Forth “Firth of Forth”, a ocho kilómetros de la
costa. Pero antes tuvimos tiempo para asomarnos al mar en Fife Ness, un cabo
hacia el noreste, donde disfrutamos de un buen grupo de negrones y de carricerines
comunes cantando desaforados en los jardines del campo de golf y expulsando sin
titubeos a las currucas zarceras que osaban entrar en su territorio.
Al mediodía montamos en el
May Princess que nos llevó a la isla en unos cuarenta y cinco minutos. El paseo
en barco fue adelantando el espectáculo que nos esperaba a la llegada. Miles de
aves entre fulmares, frailecillos, araos comunes, alcas, gaviotas tridáctilas,
cormoranes moñudos, ofreciendo un bullicio impresionante y encantador.
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fulmar © Juan Russo |
La
primavera también estaba atrasada allí, y los frailecillos aún no andaban
cebando, pero sí entraban a las huras con pasto para acomodar los nidos.
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frailecillo © Juan Russo |
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isla de May © paco chiclana |
Desembarcamos en Kirkhaven, donde una colonia de charrán ártico competía con
los pasajeros por el uso del camino de salida atacando a los viandantes para
defender su espacio.
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charrán ártico © Ricardo Martín-Baylo |
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arao común (embridado) © Juan Russo |
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alca © Juan Russo
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colonia de araos comunes © Alfonso Barragán
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La visita a la isla se prolongó por tres horas, tiempo en
principio suficiente para recorrerla en su totalidad, aunque a nosotros nos fue
corto ya que nos entretuvimos demasiado en su parte occidental, con relajantes
observaciones de acantilados marinos repletos de vida pajaril y de las
habituales focas grises en Maiden Rocks.
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focas grises © paco chiclana
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Desde allí podíamos ver Bass Rock y
centenares de alcatraces volando en círculos sobre la isla. Día soleado,
luminoso, aunque algo fresquito.
Volvimos a Anstruther y
recogimos el coche del parking de larga estancia (más de dos horas) del mismo
puerto, donde es recomendable dejarlo para evitar las temidas multas. En el
mismo embarcadero disfrutamos mucho con los plumajes variados de gaviones,
gaviotas argénteas (ideal para estudiarlas y en invernada buscarlas en las
playas andaluzas) y eíderes. También con las correrías de los bisbitas costeros.
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gavión atlántico © Juan Russo |
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eider © Ricardo Martín-Baylo
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Pusimos rumbo a Prestwick
donde dormimos en el mismo hotel de la primera noche. Antes nos alegramos aún
más el cuerpo con unas merecidas pintas y unas viandas de la zona en un típico
restaurante escocés, donde el dueño nos recibió –como casi siempre- hablando de
fútbol (nexo de unión internacional).
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bisbita costero © Juan Russo |
2 de mayo.-
Conducir por la izquierda, las carreteras estrechas con bordillos laterales, los passing place, etc., requieren mucha atención y concentración y los conductores decidieron darse un respiro el último día.
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señal de tráfico © paco chiclana |
Además, estaba en lista el arao aliblanco y Troon, sito a muy
pocos kilómetros, era un lugar perfecto para buscarlo.
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arao aliblanco © Ricardo Martín-Baylo |
Nos fuimos al puerto y allí
mismo observamos varios ejemplares, descansando en los pantalanes o volando
hacia orillas rocosas o mar abierto. En los alrededores cisne vulgar y acentor
común. Aprovechamos las últimas horas de pajareo escocés observando marinas a
lo largo de la costa hacia Irvine, ya cerca del aeropuerto, sumando un grupo de calderones de aleta larga, un par de
colimbos chicos y una veintena de negrones especulados. Mientras nosotros
andábamos con plumón y abrigados a tope, el personal se paseaba por las playas en bañador ¡de
locura!.
Después del almuerzo subimos al avión para volver a casa.
Por cierto, hay que regresar a Escocia para pasar más tiempo en las Highlands y buscar a Nessie, que en esta ocasión nos ha fallado.
Otras especies:
zampullín chico, garza real, barnacla canadiense, tarro blanco, ánade real, silbón europeo, porrón moñudo, ratonero, cernícalo, ostrero, chorlitejo grande, avefría, vuelvepiedras, golondrina común, avión común, petirrojo, tarabilla común, mirlo, curruca capirotada, mosquitero común, papamoscas gris, carbonero común, carbonero garrapinos, herrerillo común, herrerillo capuchino, andarríos chico, zarapito trinador, gaviota reidora, gaviota sombría, charrán patinegro, charrán común, paloma torcaz, tórtola turca, cuco, vencejo común, pico picapinos, urraca, grajilla, cuervo, estornino pinto, gorrión común, gorrión molinero, pinzón vulgar, pardillo, jilguero y verderón.
5 comentarios:
Un viaje muy existoso (y envidioso). Y no dices nada sobre los mosquitillas que te pueden comer vivo, Paco. Eso, on tuvisteís suerte.
Un buen report Paco. Me alegra que disfrutarais en Escocia, ten bien guardadas esas coordenadas para cuando os acompañe a las Highlands.
Un abrazo
magnifica y deliciosa entrada Paco, sabia que Escocia aplacaria tu sed de acuaticas y marinas porque es un paraiso para ello
Precioso reportaje.
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