VIAJE ORNITOLÓGICO A CABO VERDE
por Paco Chiclana
Del 1 al 9 de marzo de
2018
Años atrás algunos amigos
habían viajado al archipiélago y nos habían comentado la escasa puntualidad de
los vuelos domésticos internos entre islas, por lo que decidimos visitar sólo
dos de ellas, Santiago y Sao Nicolau, y no perder mucho tiempo en
desplazamientos domésticos. Estas dos islas nos mostrarían las especies
objetivo de nuestro viaje. En cambio, nuestra experiencia con estos vuelos ha
sido muy satisfactoria y todos han cumplido con sus horarios. Los vuelos internos
son operados desde finales de 2017 por Binter y parece que han mejorado
ostensiblemente a la anterior compañía que se encargaba de ellos.
El grupo que viajamos
salimos de Sevilla la mañana del día 1 en coche hacia Lisboa, y allí cogimos un
vuelo con la TAP hacia el aeropuerto Nelson Mandela, en Praia,
Santiago, donde aterrizamos a la una de la madrugada aproximadamente. El
trámite de visado fue algo pesado pero sobre las dos y media estábamos en
nuestro alojamiento para las primeras dos noches, el Hotel Cesaria, que resultó ser bastante cómodo (nos recogió un transfer del hotel).
Algunos amigos me pasaron valiosa información para preparar el viaje como José María Fernández Zapata, José Portillo, Paco Cabrera y Eduardo García del Rey, a quienes quedo muy agradecido.
2 de marzo.-
A primera hora estábamos
desayunando en la bonita terraza del hotel y desde allí ya vimos los primeros
gorriones de Cabo Verde. La mañana estaba preciosa y con
una temperatura ideal. Durante la estancia en el archipiélago estuvimos
alrededor de los veinte grados, aunque en la amanecida (sobre las seis) venía bien un polar,
sobre todo si estábamos cerca del mar, y al mediodía había que refugiarse a la
sombra o al aire acondicionado del coche. La moneda oficial era el escudo
caboverdiano y cambiamos algo en el mismo hotel por no perder mucho tiempo. En
nuestra visita el aeropuerto de Praia estaba de obras y no era fácil localizar allí oficinas de cambio. De todas maneras en la mayoría de los lugares aceptan el
euro, aunque es bueno siempre llevar algo de moneda local. El coche lo teníamos
alquilado con Intercidades, pero no tenían oficina en el aeropuerto y nos lo
acercaron al hotel en la mañana. Nos trajeron un Dacia Duster que no iba mal,
pero con los neumáticos bastante desgastados. Estábamos en África y no se puede
exigir demasiado, aunque es un país bastante más avanzado que otros de ese
continente.
Nos pusimos en marcha y
compramos algo de avituallamiento. Los precios no eran baratos ya que tienen que
importar casi todo de fuera y comprar fruta, agua o pan puede tener el mismo
coste que en España.
Nuestro primer destino
era el Barragem de Poilao (15.072769, -23.559403) y allí pusimos rumbo. El
coche nos lo dieron casi sin gasolina y hubo que repostar en la ruta. Alcanzamos el estanque
sobre las once de la mañana y ya hacía calorcito.
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Barragem de Poilao (c) Paco Chiclana |
La pista de acceso desde la
carretera va en descenso y es bastante mala y terrosa, por lo que es
recomendable todo terreno. Queríamos ver el carricero de Cabo Verde y
localizamos un par de ejemplares en la pared con vegetación arbustiva que queda
a la derecha si miras a la presa de frente. Costó algo de tiempo ya que en
estas fechas aún no están muy cantarines y sólo se les oye un reclamo tipo
bulbul naranjero. También por allí vimos
el primer alción cabeciblanco del viaje, súper bonito, y unas codornices en
unos campos de labor. También nos encontramos con currucas capirotada y
tomillera, picos de coral, tórtola turca, cernícalo y gorriones morunos y de
Cabo Verde. No había mucha agua en el estanque y decidimos movernos a la presa
para ver más de cerca a las limícolas y garzas que albergaba. Una vez allí
comprobamos que era un sitio ideal para disfrutar de los vencejos de Cabo Verde
ya que había algunos individuos que jugueteaban pasando de un lado a otro y
casi nos despeinaban. Dimos un repaso a la lámina de agua (escasa, por cierto)
y sacamos cigüeñuela, chorlitejo grande, andarríos grande y chico, agachadiza
común, archibebe claro, combatiente, garcilla bueyera, garceta común, garza
real y espátula, unas especies en mayor número que otras. Vimos acercarse una
garza en vuelo que se posó en una ladera arbustiva y resultó ser una imperial,
subespecie bournei, que nos dio mucha alegría. Posee una coloración bastante
más azulada que la que vemos por nuestras marismas. Algunos alciones
cabeciblancos se posaron cerca de nosotros y nos dejaron unas imágenes de
escándalo, y un par de cuervos desertícolas nos sobrevolaron en varias
ocasiones. El Barragem de Poilao resultó, como esperábamos, ser un lugar ideal
para tachar buena parte de las endémicas. La presa fue construida hace unos
años por los chinos con la idea de ayudar al desarrollo agrícola del país.
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presa y templete chino (c) Paco Chiclana |
Esa
mañana había algunos escolares disfrutando del pantano y les enseñamos a mirar
a través de nuestros telescopios, con gran sorpresa por su parte al ver las
aves tan cercanas y detalladas.
Era la hora del bocata y
después de reponer fuerzas tocaba ir a los acantilados de Praia. Un poco antes
de llegar al aeropuerto vimos las primeras pintadas o gallinas de Guinea, y
justo por la zona del aeropuerto nos sobrevolaron tres gangas morunas que vimos
solo fugazmente pero que mostraron las características propias de esta especie
(al parecer primera cita para el archipiélago). Y al llegar a los acantilados
(14.925083, -23.478897) no tardamos mucho en ver a los rabijuncos etéreos,
espectaculares.
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acantilados donde crían los rabijuncos (c) Paco Chiclana |
Allí están levantando una gran urbanización turística y veremos
a ver si no perjudican a las aves en el futuro. Atravesamos por la zona de obras y nos
colocamos próximos al acantilado, disfrutando muchísimo al ver los rabijuncos volar
sobre el mar y acariciar los cantiles rocosos (hasta siete ejemplares). También
vimos algunos cernícalos y un par de terreras colinegras.
Nos movimos a la cercana
Ponta das bicudas (14.912336, -23.481177) desde donde también vimos rabijuncos,
los primeros piqueros pardos y más terrera colinegra.
Queríamos intentar la
subespecie detorta de lechuza común (de cara más amarillenta y parduzca que la
nuestra) y volvimos de nuevo al Barragem de Poilao para ello, donde llegamos
casi de noche (oscurecía sobre las siete de la tarde).
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nuestro Duster en Barragem de Poilao (c) Paco Chiclana |
A los pocos minutos de
llegar a la presa nos sobrevoló un bonito ejemplar de lechuza mientras venían
de la ladera varios murciélagos bastante grandotes, aparentemente Taphozous
nudiventris. También observamos una garcilla cangrejera a los pies del pantano.
Apuntar también que viniendo de Praia vimos otra lechuza unos ocho kilómetros
antes de llegar al embalse.
Fuimos para el hotel en
busca del merecido descanso, no sin antes tomarnos unas cervecitas y regalarnos
una buena cena.
3 de marzo.-
De vuelta al hotel
pasamos por el Faro Doña María Pía (14.900530, -23.509248) desde donde no vimos
gran cosa, a excepción de las grandes obras que los chinos estaban haciendo en
el puerto de Praia.
Volvimos al hotel,
recogimos maletas y al aeropuerto para volar a Sao Nicolau. Allí nos esperaba
el chico de Intercidades para recoger el coche. El vuelo interno fue a su hora
y algo después de las tres de la tarde estábamos en el aeropuerto de Sao
Nicolau. Allí nos recogió otro transfer de nuestro alojamiento para los
próximos cuatro días, el Apartothel Edificio Mágico en Tarrafal, regentado por
Gabriele Vanni y que resultó también cómodo y a buen precio, con unos desayunos
muy reconfortantes.
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en el centro de la imagen nuestro Apartothel (c) Paco Chiclana |
La reserva del alojamiento la hice directamente con
Gabriele en edimagico@gmail.com, con quien también tenía concertado un barco
para ir a Razo. Al llegar nos dijo Gabriele que el barco estaba averiado (a
pesar de que unos días antes nos había dicho que estaba confirmado), por lo que
insistimos en que necesitábamos una embarcación ya que ir a Razo era objetivo
principal. Gabriele nos comentó que un conocido suyo tenía un catamarán y a su
casa nos fuimos a ver si conseguíamos que nos sacara al mar. El dueño del
catamarán se llamaba Thomas y aceptó llevarnos a Razo al día siguiente, aunque
nos costaría 400 euros. Nos dijo que el tiempo no iba a ser lo ideal pero que
podríamos navegar. Gabriele también nos facilitó el contacto para coche de
alquiler, y fue con Pericles Santos en mrentacarsn@gmail.com, con quien
concertamos un Toyota Hilux, coche bastante habitual según vimos en la isla.
Pericles se acercó al hotel y nos dejó el coche allí. Algo tranquilos por tener embarcación nos
fuimos a esperar la puesta de sol al faro de Barril (16.605180, -24.418526),
unos diez minutos en coche desde Tarrafal.
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Faro de Barril (c) Paco Chiclana |
Antes de salir vimos un par de
piqueros pardos desde la puerta del Apartothel dado que estaba al lado de la
playa, cercano al puerto. El mar estaba precioso y en pocos minutos vimos
varias pardelas de Cabo Verde y un par de petreles gon-gon o de Cabo Verde, con
el islote de Razo al fondo. Aquello era un lugar mágico, unos momentos
inolvidables y una puesta de sol insuperable.
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puesta de sol con los islotes de Razo y Branco al fondo (c) Paco Chiclana |
En Barril también vimos
vuelvepiedras, águila pescadora, gorrión de Cabo Verde que componía el sonido
de fondo, curruca tomillera y terrera colinegra.
4 de marzo.-
Habíamos quedado con
Thomas sobre las 9 de la mañana en el puerto. En una boya frente al hotel había
posado un charrán patinegro, que estaría curiosamente también los próximos días
de nuestra estancia allí. A la hora convenida, se acercó Thomas al alojamiento
y nos dijo que necesitábamos permiso para navegar e ir a Razo, y que deberíamos
obtenerlo en la Estación Marítima de Tarrafal. Era domingo y parecía complicado
resolver este incidente, pero Gabriele nos echó un cable y tras algunos
esfuerzos y dosis de paciencia conseguimos que el jefe de la Estación Marítima
abriera las dependencias y nos diera permiso (al cambio de unos 20 euros), pero
indicándonos claramente que el desembarco en el islote de Razo estaba
prohibido. Eufóricos por ir superando las trabas nos echamos a la mar y
empezamos a navegar.
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nuestra embarcación en Sao Nicolau (c) Fernando del Valle |
Thomas era alemán y no hablaba inglés, sólo criollo y algo
de portugués, por lo que la comunicación con él era muy complicada. Pero tanto
él como un marinero que le acompañaba tenían claro que queríamos ver aves
marinas y acercarnos a Razo para intentar ver la alondra desde la embarcación,
lo que parecía difícil pero no imposible. Razo es un pequeño islote que se
encuentra deshabitado, excepto por las aves, siendo el único lugar del mundo
donde habita la amenazada alondra de Razo (población desconocida pero según informes anda entre 250 y 1000 ejemplares). Saliendo del puerto nos acompañaron
unos piqueros pardos y un gran grupo de delfines moteados se acercaron a
curiosear y a jugar con la embarcación. Afortunadamente el catamarán era muy
cómodo y mucho mejor que la primera embarcación que Gabriele nos había
ofrecido, que realmente era una “bañera” y que ese día no hubiera podido cumplir
con los objetivos propuestos por el viento reinante, que arreció bastante una
vez salimos del parapeto que nos proporcionaba Sao Nicolau y nos adentramos en
el canal entre esta isla y los islotes de Razo y de Branco. La pelágica fue
compuesta mayoritariamente por pardelas y petreles de Cabo Verde, aunque era
difícil localizar otras especies dado el vaivén del catamarán, excepto las
carabelas portuguesas que fueron comunes durante la travesía.
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carabela portuguesa (c) Fernando del Valle |
Una vez
alcanzamos Razo fueron apareciendo sus moradores habituales como piqueros
pardos y rabijuncos etéreos que andaban criando en sus paredes rocosas.
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alcanzando Razo (c) Paco Chiclana |
El mar
estaba movido excepto en la cara sur de la isla, donde nos resguardamos para
intentar ver la alondra moverse por los cantiles. Apareció una solo fugazmente
pero Thomas nos llevó a la esquina suroeste donde él las había visto
anteriormente y, en unos minutos, apareció un bando de unas treinta y cinco que vinieron a
alimentarse a los bajos del acantilado, donde el mar ya se había retirado, y
nosotros flipando en colores. Estuvieron un buen rato yendo y viniendo, en
mayor o menor número, por lo que pudimos verlas a placer a pesar del mecido de
las olas. Plenamente satisfechos nos comimos el bocata observando otras aves
del islote como garcilla bueyera, garceta común, vuelvepiedras, cernícalo,
cuervo desertícola y zarapitos trinador, incluido un ejemplar de la subespecie
hudsonicus. Los gorriones de Cabo Verde venían al barco en busca de migajas de
pan e incluso dejaban casi tocarse. La vuelta a Sao Nicolau fue aún más movida
que la ida y al pasar por el canal entre los islotes y la isla principal la
fuerza del viento era de más de treinta nudos con olas de casi cuatro metros.
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Tarrafal, Sao Nicolau (c) Fernando del Valle |
Llegamos a puerto
donde Gabriele nos esperaba para acercarnos al hotel, y algunos del grupo nos
fuimos a Barril para despedir nuevamente allí el día. Montamos el telescopio y
vimos nuevamente pardelas de Cabo Verde y petreles gon-gon. A nuestro alrededor
gorrión de Cabo Verde, curruca tomillera, cuervo desertícola y cernícalo.
Las cenas en Sao Nicolau
las hicimos en el Museo de la Música, un coqueto restaurante a pie de mar donde
esa noche festejamos el éxito de nuestra jornada ornitológica.
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cervecita criolla (c) Paco Chiclana |
5 de marzo.-
El pre-breakfast lo
hicimos nuevamente en Barril con las especies habituales allí como águila
pescadora, zarapito trinador, gorrión caboverdiano, curruca tomillera, cuervo
desertícola, cernícalo vulgar y vuelvepiedras. Y bastante pardela y petrel de
Cabo Verde en el mar, en proporción diría que a un 50%. Hoy tocaba visitar Sao
Nicolau y ver qué especies y qué paisajes nos deparaba. Subimos al parque
natural de Monte Gordo, interesante botánicamente, y en cuanto a aves se
dejaron ver currucas capirotada y tomillera, gorrión de Cabo Verde, picos de
coral y pintadas.
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Monte Gordo (c) Fernando del Valle |
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drago (c) Paco Chiclana |
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chica subiendo a Monte Gordo (c) Paco Chiclana |
Y como nos tiraba de nuevo el mar, bajamos hasta Carboeiro
donde la belleza de los cantiles y la bravura de las olas era espectacular.
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Carboeiro (c) Fernando del Valle |
Allí disfrutamos con petreles y pardelas de Cabo Verde, piqueros pardos,
águilas pescadoras, cuervos desertícolas, garcillas bueyeras, cernícalos y
zarapitos trinadores.
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nuestro coche en Sao Nicolau (c) Paco Chiclana |
Habíamos quedado con Thomas en hablar con él a la tarde y
tantear otra pelágica al día siguiente si el tiempo lo permitía, y nos dijo que
habría mucho viento pero que podíamos navegar al resguardo de Sao Nicolau.
6 de marzo.-
Tuvimos que pasar
nuevamente por la Estación Marítima de Tarrafal para el preceptivo permiso de
navegación y nos hicimos a la mar. La idea ir nuevamente a los islotes de Razo
y Branco e intentar ver u oír el regreso a la tarde-noche de los paiños de
Madeira (Oceanodroma jabejabe) que crían en Branco, así como pardela chica,
pero el patrón nos dijo que las condiciones meteorológicas no lo permitían, por
fuerte viento en esa zona, y que había que hacer otro itinerario. La pelágica
fue mayoritariamente al resguardo de Sao Nicolau para protegernos del viento y
observamos básicamente pardelas de Cabo Verde, en número algo mayor que en días
anteriores ya que se iba notando la llegada de las mismas a sus colonias de
cría. Thomas era pescador y troceó algunas de sus capturas del día para atraer a
las pardelas. También algunos piqueros pardos y un buen grupo juguetón de
delfines moteados de regreso al puerto. En esta jornada Thomas nos cobró algo
menos al no gastar tanto combustible.
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delfín moteado (c) José A. Lama |
Para el atardecer fuimos
nuevamente a Barril donde aparte de los habituales vimos correlimos tridáctilo
y alguna terrera colinegra. Y disfrutamos mucho con el discurrir de los
curiosos cangrejos fantasma en la orilla.
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cangrejo fantasma (c) José A. Lama |
7 de marzo.-
Para no perder la
costumbre nuevamente hicimos el pajareo pre-breakfast en Barril. Esta mañana
tuvimos muy cerca del faro un rabijunco etéreo y un par de piqueros pardos.
También buenas cifras de pardelas y petreles de Cabo Verde, y lo mejor fue ver
los lances de caza de varios delfines hacia peces voladores, bastante
frecuentes esa mañana por allí. También se dejó ver garceta común, águila
pescadora, cernícalo vulgar, gorrión de Cabo Verde, curruca tomillera, zarapito
trinador y vuelvepiedras.
Tocaba volver a Santiago
y nos fuimos al aeropuerto, aunque hicimos una parada de observación en el
puerto de Pregica donde vimos varios vencejos de Cabo Verde entrando a las
cavidades del acantilado y algunos pescadores con sus tareas cotidianas.
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(c) Paco Chiclana |
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(c) Fernando del Valle |
En el aeropuerto dejamos el coche a Pericles (el chico
del alquiler en Sao Nicolau), nos tomamos el bocata y cogimos el avión,
aterrizando en Santiago poco después. En esta ocasión este vuelo interno
también salió a la hora programada. En Santiago nos esperaba el chico de
Intercidades y nos entregó otro coche de alquiler, en esta ocasión un Suzuki
Vitara, y fuimos al alojamiento a dejar las maletas. Para esta estancia
habíamos reservado en Vivienda Viviana, algo más modesta que Hotel Cesaria, y
también regentada por un italiano (como en Sao Nicolau). Los dos alojamientos
de Santiago los reservamos a través de Booking.
Dejamos el equipaje en el
hotel y nos fuimos nuevamente a Salineiro. Hicimos otra vez la pista adoquinada
(14.951857, -23.600051) que va desde pasado Cidade Velha hasta una intersección
unos cuatro o cinco kilómetros después. La tarde estuvo genial y vimos cuervo desertícola,
terrera colinegra, gorrión de Cabo Verde, pintada y, ya casi de noche, una
pareja de alondras negritas que nos pusieron a tope, y una lechuza común -ssp
detorta- ya de vuelta y casi llegando a Cidade Velha donde cenamos a orillas
del mar. La puesta de sol con la isla de Fogo al fondo fue tremendamente bella.
|
puesta de sol con la isla de Fogo al fondo (c) Paco Chiclana |
8 de marzo.-
Era nuestro último día en
Santiago. El pre-desayuno lo hicimos en Ponta dos bicudas, cerca del aeropuerto
Nelson Mandela, con terrera colinegra, cernícalo vulgar, gorrión caboverdiano,
zarapito trinador y garceta común. Nos asomamos al mar y los acantilados tenían
como invitados a rabijuncos etéreos y vencejos de Cabo Verde criando en sus
cavidades. También algunos piqueros pardos patrullando el área.
|
nuestro tercer coche en Ponta dos bicudas (c) Fernando del Valle |
Tras el desayuno nos
fuimos hacia el norte, a Serra Malagueta, en busca principalmente de busardo
ratonero que no vimos y, que al parecer, llevaba un tiempo desaparecido.
|
San Salvador do Mundo, camino a Serra Malagueta (c) Fernando del Valle |
Visitamos el centro de interpretación y leímos acerca de la aldea llamada
Gongon, donde en sus inmediaciones crían algunas parejas del petrel del que
recibe su nombre, lo que nos resultó muy curioso. Por allí vimos cuervo
desertícola jugando con el fuerte viento de la cima, curruca tomillera, gorrión
de Cabo Verde y un ejemplar de garza imperial, ssp bournei, que entró a
alimentarse al barranco.
Teníamos cerca la
depuradora de Tarrafal (15.265383, -23.757133) y allí fuimos en busca de
sorpresas. Vimos garcetas común y dimorfa y limis como
andarríos chico y grande, chorlitejos grande y patinegro y archibebe claro.
También algunas golondrinas comunes, gorrión de Cabo Verde y curruca tomillera.
Estábamos en la playa comiendo bocata mientras varios surfistas se dejaban
llevar por unas olas inmensas, impresionantes. Y alguno de nosotros se dio un buen baño refrescante. Tras una merecida siesta marchamos al
Barragem dos Flamengos, donde sacamos garcilla bueyera, garceta común, alción
cabeciblanco, cigüeñuela, andarríos chico, archibebe claro, gallineta común y
tórtola turca. Y ya, casi sin tiempo, nos acercamos a Pedra Badejo (15.129143,
-23.524649) para despedir el tour cerca de la laguna marítima que hay allí.
El sitio es precioso y nos dio pena no haber tenido algo más de tiempo para
emplearlo allí.
|
laguna en Pedra Badejo (c) Paco Chiclana |
Se nos fue el día viendo andarríos grande, bastardo y chico,
aguja colipinta, chorlitejos grande y patinegro, garza real, vuelvepiedras,
gorrión caboverdiano, currucas tomillera y capirotada, picos de coral,
agachadiza común y un morito que hacía de nexo de unión con nuestras marismas
del Guadalquivir y que parecía decirnos que había que volver a casa.
Nos regalamos una sabrosa
cena de despedida en Santiago e iniciamos el vuelo de regreso a Lisboa, donde
nos esperaba un buen aguacero. De allí a Sevilla vinimos acompañados con la
música de la caboverdiana Cesaria Evora, cantante ilustre que peleó hasta la
muerte por la dignidad de su tierra natal.
|
paisaje caboverdiano (c) Paco Chiclana |
La guía que usamos en el viaje fue:
---Aves de Macaronesia. Eduardo García de Rey. Lynx Ediciones 2011.
LISTADO DE
AVES OBSERVADAS.-
--Common Quail -- Codorniz, ssp inopinata
--Helmeted Guineafowl -- Pintada común, ssp galeata
|
(c) José A. Lama |
--Cape Verde Petrel -- Petrel de Cabo Verde (gon-gon)
|
(c) Fernando del Valle |
--Cape Verde Shearwater -- Pardela de Cabo Verde
|
(c) Paco Chiclana |
--Red-billed Tropicbird -- Rabijunco etéreo, ssp mesonauta
|
(c) Fernando del Valle |
--Brown Boby -- Piquero Pardo
|
(c) Fernando del Valle |
--Little
Egret – Garceta Común
--Western
Reef Egret – Garceta Dimorfa
|
(c) Fernando del Valle |
--Purple
Heron – Garza Imperial, ssp bournei
|
(c) Fernando del Valle |
--Grey
Heron – Garza Real
--Cattle Egret – Garcilla Bueyera
--Squacco Heron – Garcilla Cangrejera
--Spoonbill - Espátula Común
--Glossy Ibis -- Morito Común
--Osprey – Aguila Pescadora
--Kestrel -- Cernícalo Vulgar, ssp alexandri en Santiago y ssp neglectus en Sao Nicolau
|
ssp alexandri (c) José A. Lama |
|
ssp neglectus (c) José A. Lama |
--Common Moorhen -- Gallineta Común
--Black-winged Stilt -- Cigueñuela Común
--Cream-coloured Courser -- Corredor Sahariano, ssp exsul
|
(c) Fernando del Valle |
--Common
Ringed Plover – Chorlitejo Grande
--Little Ringed Plover -- Chorlitejo
Chico
--Kentish Plover -- Chorlitejo Patinegro
--Ruddy Turnstone – Vuelvepiedras
--Sanderling – Correlimos Tridáctilo
--Ruff – Combatiente
--Common
Snipe -- Agachadiza Común
--Bar-tailed
Godwit – Aguja Colipinta
--Whimbrel –
Zarapito Trinador, ssp phaeoopus y ssp hudsonicus
--Common
Greenshank -- Archibebe Claro
--Green Sandpiper -- Andarríos
Grande
--Wood Sandpiper – Andarríos Bastardo
--Common Sandpiper – Andarríos Chico
--Sandwich
Tern – Charrán Patinegro
--Rock Dove -- Paloma Bravía
--Eurasian Collared Dove -- Tórtola Turca
--Chestnut-bellied Sandgrouse -- Ganga Moruna
--Barn Owl -- Lechuza Común, ssp detorta
--Alexander's Swift -- Vencejo de Cabo Verde
|
(c) Fernando del Valle |
--Grey-headed Kingfisher -- Alción Cabeciblanco, ssp acteon
|
(c) José A. Lama |
--Raso Lark - Alondra de Razo
|
(c) Paco Chiclana |
--Black-crowned Sparrow-Lark -- Terrera Negrita, ssp nigriceps
|
(c) Paco Chiclana |
--Bar-tailed Lark -- Terrera Colinegra, ssp cinctura
|
(c) José A. Lama |
--Swallow -- Golondrina Común
--Blackcap -- Curruca Capirotada, ssp gularis
--Spectacled Warbler -- Curruca Tomillera
--Cape Verde Swamp-warbler -- Carricero de Cabo Verde
|
(c) José A. Lama |
--Brown-necked Raven -- Cuervo Desertícola
|
(c) José A. Lama |
--Cape Verde Sparrow -- Gorrión de Cabo Verde
--Spanish Sparrow - Gorrión Moruno
--Common Wabill -- Estrilda Común
1 comentario:
Hola, Paco.
Magnífico "report" del viaje. Veo que al final confirmaron la identidad de la ganga que observaron en Santiago, la cual inicialmente no habían podido determinar a nivel de especie, como me dijiste cuando nos encontramos en el aeropuerto de Praia. Según creo, se trata de la primera cita para el archipiélago, y por tanto debería ser publicada. De hecho, que yo sepa no hay observaciones previas de ninguna ganga para esas islas. Bonitas también las fotos, incluso las de alondra de Raso, que pudieron ver, al igual que nosotros, desde el barco. Por suerte, para ver esta especie no hace falta desembarcar en el islote, que por otra parte está prohibido, salvo que se tenga un permiso específico para ello.
Saludos cordiales,
Rubén Barone
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