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lunes, 17 de septiembre de 2007

Bilbao-Portsmouth 2007








PRIDE DE BILBAO 2007 (Bilbao-Portsmouth-Bilbao)
por Paco Chiclana

DEL 07 AL 10 DE SEPTIEMBRE

Participantes: Manolo Villaécija, Mario Martín, Rafa García, Paco Chiclana y unos cuantos amigos más que se relacionan al final del report.

Resumen.-
Desde hace tiempo tenía muchas ganas de participar en uno de los viajes que organiza Gorka Ocio para ver aves y cetáceos en el Pride de Bilbao. Este año, por fin, he podido viajar en el barco y disfrutar de aves, cetáceos, antiguos y nuevos amigos, la paz del mar, unos colores inolvidables a la puesta del sol.......
Viajamos desde Sevilla con Iberia el día 6, en vuelo directo, y llegamos a Bilbao bien entrada la noche. Gorka nos ofreció alojarnos en su casa y así lo hicimos, agradeciéndole desde estas líneas toda su atención. Además, él se encargó de la logística del viaje, siempre engorrosa, por lo que todas las gracias que se le den nunca serán suficientes. La vuelta a casa la realizamos el día 10, también en vuelo directo.
Durante el viaje hemos disfrutado de un tiempo muy bueno y soleado, de una mal siempre en calma, y de un buen número de cetáceos; en cambio el número de aves ha sido escaso, tanto en calidad como en cantidad, atribuible posiblemente a vientos de componente nordeste que tuvimos durante todo el tiempo.

7 de septiembre.-
Embarcamos sobre las 12 de la mañana, y sobre las 13 horas estábamos en cubierta deseosos de la partida. Me habían dicho que el primer día no suele ser muy bueno, aunque no defraudó para nada. Mientras abandonábamos la plataforma continental, pudimos ver págalo pomarino, grande y parásito, charrán común, alcatraces, un par de pardelas sombrías y, a unas 20 millas, ya en áreas de gran profundidad, un par de Zifios de Cuvier –aunque yo sólo los observé al sumergirse, bastante mal-. Algo después, a unas 30 millas, lo mejor del viaje para mí, un gran macho de cachalote que se dejó ver en superficie, casi completa su parte dorsal, mostrando su enorme espiráculo al respirar, antes de sumergirse, y su gran aleta caudal ¡¡¡realmente fascinante!!! Por la zona bastante rorcual común (19, según Gorka), unos mejor vistos que otros, aunque de todos guardamos buenas imágenes en nuestras retinas de sus resoplidos, así como de algunos lomos antes de calar y hundirse. También delfín listado y mular. El barco lo dividimos según las horas del reloj, como marcan los cánones de observación de aves marinas, y recorríamos la cubierta, con veloces carreras, buscando la gaviota X a las 11 o el cetáceo Y a las 6.
Nos oscureció en cubierta, con una puesta de sol inolvidable, buscando el punto verde que aparece al esconderse el astro rey (recomendaciones de Gorka) mientras los sifonazos de los rorcuales seguían por doquier.

8 de septiembre.-
A las 6 de la mañana, hora británica en el Pride, estábamos en cubierta de nuevo, situados siempre en la cubierta de babor, refugiados del viento (en estribor el viento provocaba que pareciera invierno, mientras que en babor parecía verano). Algo nublado, con niebla parcial, pero con unos colores grises impresionantes. Debíamos estar cerca de la isla bretona de O’uessant. Mucho págalo grande, mucho alcatraz –de varias edades-, hasta 14 fulmares, 2 jóvenes de gaviotas de sabine (cercanos ya al Canal de La Mancha), inmaduros de págalos pomarino y parásito, y algún paíño común. Por esta zona, la marsopa era abundante, hasta 85 ejemplares repartidos en pequeños grupos, 9 rorcuales aliblancos –uno de ellos muy bien visto- y delfín mular.
El canal resultó bastante pobre de aves y cetáceos hasta que casi llegamos a Portsmouth, cuando ya empezaron a verse gaviotas argenteas, canas, reidoras, gaviones y cormorán grande. Desembarcamos a las 6 de la tarde, y dimos un paseo breve por la ciudad, observando algunas cornejas, y rápidamente al barco de nuevo, a eso de las 8 de la tarde, no sin antes un buen susto con unos policías británicos que nos pidieron la documentación por ir cercanos a una zona militar portando prismáticos y cámaras de fotos.

9 de septiembre.-
A primera hora de la mañana estábamos nuevamente en cubierta, siempre a babor, mientras abandonábamos el canal. La mar seguía tranquila, y nosotros estábamos ávidos de nuevos avistamientos marinos. Estos vinieron gracias a los pesqueros bretones, donde iban asociadas las mayoría de las aves. Así vimos fulmar –abundante-, págalo grande disputando con un págalo pomarino, págalo parasito, paíño común, alcatraces –muy abundantes-, gaviotas sombrías y argénteas, pardelas sombrías –una muy cerca de nosotros-, gaviota de sabine –joven-, además de marsopas y peces luna. También vimos mucho pajarillo en paso, algunos de ellos intentando posarse en el barco, como collalba gris, bisbita, lavandera blanca, alondra, golondrina común, avión común, mosquitero musical, algún correlimos y vuelvepiedras, así como unas posibles palomas mensajeras que se veían reiteradamente.
Entrando a los barrancos franceses más cetáceos: rorcual común abundante, uno de ellos con su cría, cachalote, delfines listado, común y mular. La falta de aves nos dejó un poco insatisfechos, nuevamente, ya que teníamos muchas esperanzas puestas en esta zona. De todas maneras, el viaje ha sido muy gratificante por el buen número de cetáceos y por los buenos ratos pasados a bordo en compañía de un montón de amigos.
Nos oscureció en la cubierta, con una mar mágica, cautivadora, y con unos delfines listados que saltaban a nuestro lado y que parecían haber venido a despedirse de nosotros.
Después de la cena, bebimos unas pintas en la disco, entre bailes y risas, y pensando nuevamente en aventurarnos otra vez en el Pride.

10 de septiembre.-
Desembarcamos en Bilbao sobre las 8 de la mañana. Y a continuación, saludos de despedida, desayuno y vuelta a casa.

La relación de personal que viajamos, junto al gran manager Gorka Ocio, fuimos los siguientes:
-- Ramón Martín, Alberto Fernández, Abelardo Lavilla, Isabel Lavilla, Abel López, Jose Miranzo, Carla Hernández, Marco Escudero, Nacho Ruiz, Jose Antonio López Constante, Julia López, Dave Alain, Samuel Langlois, Ramón Elósegui, Ivone Iglesias, Cristina López, Judith Larreta, Jose Antonio Herrero, Daniel Herrero, Nacho Vega, Antonio Gende, Anxo Gende, Luis Alberto Rodriguez, Antonio García, Cesar Urruela, Angel Martinez, Oscar LLama, Alberto Estefania, Rafael García, Paco Chiclana, Mario Martín, Manuel Villaécija, Ramón Chevez, Maria Jose Linares, Diego Benavides, Ana Iñigo, Rosario Urbiola, Javier Ferreres, Jose Miguel Martinez Juez, Miguel Higueras, Ruben Gil, Daniel Serrano, Teresa Andrés, Fernando Camara, Mario Ramos, Jesús Gonzalez, Carolina Montero, Adolfo Rodriguez

Autoría de fotos:
foto grupo.- Rafa García
foto cachalote.- Gorka Ocio

viernes, 14 de septiembre de 2007

Finlandia y Noruega (Laponia) 2006



























EXCURSION ORNITOLÓGICA A FINLANDIA Y NORUEGA (Laponia) 2006
por Paco Chiclana

DEL 27-05-06 AL 07-06-06

Participantes:
-José Manuel Marín
-José Antonio Lama
-Salud Granados
-Raimundo Martín
-Paco Chiclana

Especies interesantes observadas: cisne cantor, ánsar campestre, porrón osculado, porrón bastardo, eider común, eider real, eider de steller, havelda, negrón especulado, serreta chica, serreta grande, grévol, lagópodo escandinavo, urogallo, gallo lira, faisán, colimbo ártico, colimbo chico, zampullín cuellirrojo, somormujo cuellirrojo, avetoro, pigargo, ratonero calzado, falaropo picofino, falaropo picogrueso, corrrelimos falcinelo, págalo rabero, gaviota argéntea, gaviota polar, gaviota hiperbórea, gaviota tridáctila, gaviota siberiana, gaviota enana, gaviota cana, gaviota sombría -sbp fuscus-, charrán ártico, arao aliblanco, arao de Brunnich, frailecillo, mochuelo chico, lechuza gavilana, lechuza de tengmalm, cárabo lapón, cárabo uralense, pico tridáctilo, alondra cornuda, bisbita costero, bisbita gorgirrojo, lavandera boyera -sbp thumbergi-, ampelis, coliazul cejiblanco, pechiazul -sbp svecica-, zorzal real, mosquitero boreal, carbonero sibilino, carbonero lapón, arrendajo funesto, corneja cenicienta, pinzón real, pardillo sizerín, pardillo piquigualdo, camachuelo carminoso, escribano nival, escribano lapón, piquituerto lorito, escribano pigmeo.

Resumen.-
Aunque el viaje abarcó 12 días, realmente fueron 10 los dedicados a la observación ornitológica, ya que el primer y último días se invirtieron en avión. Viajamos desde Sevilla a Madrid, con Iberia, y desde aquí a Ivalo, vía Helsinki, con Finnair. La vuelta fue similar.
Una vez en Ivalo cogimos un coche alquilado previamente con Budget. Una Wolkswagen Caravelle de 9 plazas, que fue genial para que cupiéramos todos más el equipaje, material óptico, etc. En el coche recorrimos 3500 Km, y la ruta fue, a grandes rasgos, de Ivalo a Varanger, pasando por Tana Bru, llegando hasta Hanmingberg, es decir, subimos Varanger por la costa oriental. Después viajamos desde Varanger hasta Oulu, y desde aquí hasta Kuusamo, para posteriormente volver a Ivalo. Anduvimos de pleno por Laponia.
Dedicamos unas 12 horas diarias al pajareo, lo que sumaría unas 120 horas en total, nuestro récord máximo.
La temperatura ha rondado desde los 13 grados de máxima, en el último día, a los pocos bajo cero que debimos tener en Varanger, con vientos fríos del norte. En general ha sido tiempo bueno, con lluvia suave y poco frecuente, y nevada sólo un día que nos cogió de viaje en coche. La lluvia fue algo intensa uno de los días que habíamos quedado con un guía, aunque ello no nos impidió el pajareo. En resumen, buen tiempo, aunque frío. Todos los días disfrutemos del sol de media noche, y de 24 horas de luz al día. La mayoría del tiempo estuvimos dentro del círculo polar ártico.
A pesar de tener muchas horas de luz, la actividad pajaril, sobre todo en los bosques, era máxima de 4 a 10 de la mañana, y de 19 a 21 horas de la tarde. En los mares y costas, el pajareo era constante.
Las molestias producidas por los mosquitos han sido esporádicas, ya que hasta mediados de junio no se esperaba el boom de los mismos.
Hemos utilizado varios trip-reports –especialmente uno de Karmelo de Dios-, informaciones de amigos que habían viajado anteriormente como Rafa Serra, libros de viajes, mapas, GPS, etc, etc. Varanger se ha mostrado genial para la observación ornitológica, y nos hemos quedado con las ganas de tener más tiempo y haber subido por la costa occidental hasta Berlevag, donde una semana antes se habían citado decenas de colimbos de adams en migración.
Finlandia es un paraíso constante de bosques y lagos, aunque resulta difícil para el pajareo y hay que contratar guías locales para obtener el éxito pretendido.
Se contabilizaron alrededor de 160 especies de las que un tercio, aproximadamente, son raras o no frecuentes en España.
Trip ideal para aquellos amantes de las aves del Paleártico, y complementa perfectamente un anterior viaje que hicimos algunos colegas a Islandia en el año 2003.

27 de mayo.-
Llegamos a Ivalo sobre las 19 horas, y Finnair nos perdió todas las maletas. Nos dijeron que se habían quedado en Helsinki y que llegarían al día siguiente, a la misma hora, por lo que decidimos alterar lo planificado y quedarnos un día en las inmediaciones hasta la recogida del equipaje. Tomamos nuestro coche alquilado, y en el mismo aeropuerto nos sobrevoló un pito negro y unos pardillos sizerines. Ya empezaba lo bueno. Teníamos noche reservada en Ivalo y nos fuimos al hotel, no sin antes pararnos en un lago que quedaba al borde de la carretera y donde pudimos observar los primeros porrones osculados, en su mayoría machos, y los primeros zorzales reales, que después se repetirían en casi todo el viaje. Nos instalamos en el hotel –Hotel Ivalo- y volvimos al aeropuerto a seguir pajareando, ya que éste estaba rodeado de bosques. Al llegar, un zarapito trinador hacía sus vuelos de cortejo y emitía sonoros cantos en una praderita cercana. Escuchamos mosquiteros musicales, que también se repetirían después en todo el viaje y que se encontraban por todas partes.
28 de mayo.-
Nos levantamos muy temprano, a eso de las 4 de la mañana, debido a las ganas de pajarear y a la intensa luz que entraba por la ventana. Nos dimos una vuelta por Ivalo y no vimos gran cosa, a excepción de cornejas cenicientas, ya que la mayoría de las aves que encontrábamos se veían en España, como gorrión común, carbonero común y urraca. Ya, sobre las 7 de la mañana, sí escuchamos un bonito macho de pechiazul, medalla roja, que después vimos a placer, y otro bonito macho de escribano cerillo. En el río Ivalo porrones moñudos y correlimos menudos.
Desayunamos y nos fuimos al lago Tekojarvi. Por el camino los primeros renos, como siempre en la carretera, y algunos zorzales charlos. También lavanderas boyeras, subespecie thumbergi. Más pardillos sizerines y pinzones reales, éstos cantando en puestos bien visibles. En el lago, mucha serreta grande, en su mayoría machos, y dos hembras de urogallo en los alrededores. También andarríos bastardo, en cortejo, lavandera blanca, cuco, torcaces, avión común y zapador, y mucho excremento de lagópodo, supuestamente escandinavo.
De aquí nos fuimos a comer al parque nacional Urho Kekkonen, donde los pajarillos parecían muy asustados y poco dados a que se les enfocara. Sí escuchamos camachuelo carminoso, pinzón real, colirrojo real, etc. Mientras comíamos vimos unos coloreados machos de camachuelo común y algunos pinzones comunes y papamoscas cerrojillos. Se nos paró cerca un piquituerto, del que dudábamos si podía ser común o lorito. Los ornitólogos locales nos dijeron que es casi imposible diferenciarlos si no están en mano. Después, un exhaustivo examen de las fotos que se le tomó llevaron a clasificarlo como lorito.
De allí nos fuimos a subir al Kiiloppa, majestuoso monte cercano, con buenas citas, aunque nosotros sólo vimos chorlito dorado y bisbita común. Nada de chorlito carambolo que buscábamos allí y que podía no haber llegado aún.
Ya sobre las 7 de la tarde recogimos las maletas, y algo cansados dimos por terminado el pajareo, con ganas de madrugar y de irnos a la península de Varanger, en Noruega, donde suponíamos que empezarían a anotarse muchos bimbos.
29 de mayo.-
De camino a Varanger era visita obligada el Lago Inari, espectacular por su magnitud y por su belleza. Hicimos varias paradas y logramos observar serreta chica, serreta grande, serreta mediana, colimbo ártico, cisne cantor, porrón osculado y unos ampelis en vuelo. También gaviota reidora. En un restarurante con cabañas, también de camino, 10 km pasado Kaamanen, nos paramos a echar un ojo a un comedero para aves que tenía junto a un bonito lago. Es típico el que muchos restaurantes, casas particulares, etc, tengan comederos para aves. Al comedero llegaron algunos verderones comunes y pico picapinos, pero en el lago contiguo pudimos contemplar, a placer, un precioso ampelis, unos silbones y unos colimbos árticos. Seguimos la ruta, con alguna pareja de serreta chica próxima a la carretera.
Cruzamos la frontera, pasando por Tana, con un macho de esmerejón posado en un cable, y llegamos al gran fiordo de Varanger, Varangerbotn, donde nos detuvimos junto a unos observadores noruegos. Mientras comíamos, tres ejemplares de pigargo, adulto e inmaturos, comían en la zona, gaviones a tutiplén y gaviotas argénteas. También tarro blanco y eider común, más ostrero, aguja colipinta y negrón común. Nos sobrevoló un págalo rabero, y antes de la parada un alce al lado de la carretera. Aunque los renos están en semilibertad, los alces sí son salvajes e impresiona mucho verlos.
Dejamos el fiordo y llegamos a Nesseby, con gran inquietud, ya que es un sitio muy nombrado por los pajareros, haciendo una parada junto a la iglesia. Allí vimos un grupito de unos diez eider de steller, en su mayoría hembras e inm. También correlimos de temminck, en plumaje nupcial, chorlitejos grandes, tarros blancos, págalos parásitos de fases oscura y clara, charrán ártico, una colonia de cría de gavión y de argéntea, arao aliblanco, lechuza campestre, etc, etc. Precioso lugar que había que abandonar en busca de Vadso, donde queríamos dormir. Buscamos alojamiento, y en el hotel –Hotel Nobile- nos encontramos con unos noruegos que venían de ver aves. Justo al lado del hotel, una praderita que da al mar y que rebosaba de limícolas, como combatientes en sus leks, vuelvepiedras, ostreros, archibebes comunes, correlimos gordos y comunes, chorlito gris, y algún cuervo haciendo de las suyas robando huevos y pollos. También gaviota cana, escribano palustre y bisbita común. En el mar un grupo de unos 300 eider de steller, y algunas haveldas. Era precioso ver a los steller sumergirse de manera sincronizada. Se ve que cogimos a los steller migrando al norte y nos dejaron visiones espectaculares, ya que poco después se rarifican en la zona. Nos fuimos a dormir alucinados con el pajareo, aunque el sol de medianoche nos impedía coger el sueño.
30 de mayo.-
Como siempre, nos levantamos temprano y nos dimos una vuelta antes del desayuno. La pradera cercana al hotel estaba impresionante, y en un laguito pequeño de su interior contamos hasta 14 falaropos picofinos, que andaban con escarceos amorosos. En la playa, mientras observábamos unos correlimos oscuros, se plantó al lado una preciosa hembra de falaropo picogrueso, en plumaje nupcial, que nos dejó pasmados ya que no la esperábamos y no estaba en nuestra lista. Por la zona una colonia de charrán ártico.
Desayunamos y emprendimos camino a Ekkeroy. Antes de llegar a este pueblo paramos un par de veces ya que el mar invitaba a ello. Haveldas, eideres comunes y de steller, págalos, bisbitas costeros, etc, etc, y, en un grupito de gaviotas argenteas y canas, ¡sorpresa! un adulto de gaviota polar y un subadulto de gaviota hiperbórea, que nos dejaron más asombrados todavía. Esperábamos ver a la segunda pero no a la primera, por lo que seguíamos disfrutando de lo lindo. En otra playita cercana un grupo de unos dos mil correlimos gordos, nupciales, que era todo un espectáculo.
Ya en Ekkeroy, en busca del colimbo de Adams, no vimos a éste, pero sí a un macho adulto de eider real, a pocos metros de la costa. ¡¡¡Una pasada!!! En el mar, negrones comunes, más gaviotas canas, argénteas, colimbo ártico, serreta grande, y la cercana colonia de gaviota tridáctila. Un grupo de cuatro págalos raberos en vuelo.
Había que seguir camino en busca de Vardo y, antes de llegar, un grupo de ánsares campestres, subespecie rossicus, y los primeros escribanos lapones. Llegamos a Vardo, pasando por el tunel de acceso, y nos alojamos en el hotel –Hotelli Vardo-. Nos sacamos una foto en una cercana casita donde se había instalado una colonia de tridáctilas. Desde la habitación del hotel, vista al puerto pesquero, con más gaviotas argenteas y gaviones. Nos dimos una vuelta para contemplar las cercanas islas de Hornoya y Reinoya. Desde la costa, cormorán común y moñudo, frailecillo, arao y alca.
Seguimos camino dirección a Hammingberg, y durante el trayecto más pigargo, un par de ejemplares sobrevolando unas parajes impresionantes, más otro aislado, colimbo chico, eideres comunes, correlimos oscuros, bisbita costero, escribano nival y lapón, zorzal alirrojo, collalba gris, pardillo sizerín, cisne cantor, etc. Más págalo parásito y un lagópodo escandinavo, macho, aunque lejos. En el mar, agitado, un grupo de ocho eideres reales, hembras y subadultos. Vuelta de Hamningberg, un grupo de unos ocho ampelis en la única zona de sauces enanos del camino, donde no aparecieron los buscados allí pardillos de hornemann.
31 de mayo.-
Paseo tempranero en Vardo, como casi siempre, a eso de las 5-6 de la mañana. Algo de lluvia y unos paisajes para no olvidar. Por fin, las primeras bisbitas gorgirrojas. En el hotel, un compañero dice haber visto pardillo piquigualdo, por lo que abreviamos y nos vamos a la búsqueda de los pardillos sin obtener éxito, aunque sí vimos más bisbitas gorgirrojos, comunes y costeros. También leks de combatientes en el mismo pueblo y gorriones comunes, que sorprendía verlos en aquellos lugares tan nórdicos. En el mar más eideres comunes y de steller.
Aquí dividimos la expedición y mientras unos compañeros cogieron el barco para ver la colonia de álcidos en la isla de Hornoya, otros nos fuimos al aropuerto de Vardo en busca de alondra cornuda, que unos noruegos nos habían indicado. En el aeropuerto tocamos madera y al llegar un bonito macho de lagópodo escandinavo, bastante cerca, y que después voló emitiendo su ronco canto. Mientras escuchábamos escribanos lapones, vimos el primer ratonero calzado. Algo después un par de alondras cornudas, por fin.
Volvieron los colegas de Hornoya, con bimbos como arao de Brunnich, que los que no fuimos ya habíamos visto en Islandia, y pardillos piquigualdos. La parte de la expedición que no fuimos a Hornoya nos quedamos con la gana de ver a los piquigualdos, pero el tiempo apremiaba y había que cubrir etapas y volver a coger carretera. Parece que los piquigualdos son fáciles de ver en Hornoya.
Volvimos a Ivalo, parando por el camino en Tanabru. Observamos aquí halcón peregrino y algún cernícalo vulgar, aunque no el habitual allí halcón gerifalte. Faltaba el tiempo y había que seguir. Antes, en Nesseby, breve parada y encuentro con un grupo de ornitólogos españoles –Oscar Gutiérrez, Diego Benavides, etc- que también estaban por aquellas tierras. En la frontera un ligero altercado con la policía finlandesa, que se saldó sin problemas, y al hotel algo tarde.
1 de junio.-
Teníamos reservado guía en Oulu para la noche, con la idea de ver búhos, por lo que había que recorrer unos cuantos km ese día. Paramos en la ciénaga de Petkula, donde vimos bisbita común, agachadiza común y thumbergi de ambos sexos. También pardillos sizerines y pinzones reales, aunque no los falcinelos.
Al pasar por Rovaniemi era obligado hacer una parada en la casa de Santa Claus y comprar algunos regalos. Un comedero de aves allí instalado nos brindó lúganos y verderones. En el entorno un grupo de ampelis a placer.
Como siempre con prisa, llegamos a Oulu a la tarde. En la ciudad, graja y grajilla. Habíamos quedado a las 11 de la noche con el guía, Mati de Finnature, y no habíamos tenido tiempo de echarnos unas horas a dormir. Mientras esperábamos al guía nos dimos una vuela por el humedal de Liminganlahti, donde vimos grulla, carricerín común y escribano palustre.
El guía llegó puntual y compartimos excursión con ornitólogos de otros países (en total fuimos diez). La noche fue brillante y repleta de satisfacciones, ya que se observaron todas las especies esperadas. Mochuelo chico, incubando, lechuza gavilana cazando y un volantón de la misma, lechuza de tengmalm a placer, cárabo lapón, en su inmenso nido con dos pollos grandes, y cárabo uralense. Los paisajes eran espectaculares y recrean los dibujos de hábitats donde aparecen estos cárabos en las guías. Entre medias, pico tridáctilo, carbonero sibilino, ratonero calzado, un leks de gallo lira, y tres majestuosos alces. También búho real, avefría, ánsares comunes, arrendajo común, agateador norteño, petirrojo, piquituertos comunes y reyezuelo sencillo. Sobre las 8 de la mañana nos fuimos a dormir, totalmente destrozados pero repletos de satisfacción. Teníamos alojamiento en el Hotelli Vihiluoto, en Kempele.
2 de junio.-
Dormimos unas horas y comimos relajadamente, comentando lo bueno de la noche pasada. La tarde la pasamos en Liminganlahti, de nuevo, donde vimos escribano hortelano, pigargo, cisne cantor, cerceta carretona, garza real, focha común, rabudo, cuchara, cerceta común, azulones, somormujo lavanco, aguilucho lagunero, aguja colinegra, vencejo común, porrones osculados y moñudos, etc. En los praditos cercanos avefrías con sus pollitos.
3 de junio.-
A la mañana un paseo por los alrededores del hotel donde observamos, con la ayuda de reclamo y de un ornitólogo local, un par de hembras de camachuelo carminoso. En los campos zarapito real y agachadiza común con cortejos. También chorlitejo chico, y carricerín común en vuelos de cortejo no vistos en España. En los alrededores de Oulu nos indicaron un par de zonas para buscar perdiz pardilla, aunque nos dijeron que en esta época es difícil verla ya que se esconde en los prados cubiertos por vegetación, y que es mejor intentarla cuando hay nieve. No hubo suerte con ella. También nos señalaron una ribera donde unos días antes se había escuchado ruiseñor ruso, aunque debía estar moviéndose y no se escuchó.
Cogimos coche para viajar hasta Kuusamo. Por el camino, mucho cisne cantor en los campos, más faisán, tarabilla norteña, alondra común, golondrina común, lechuza campestre, etc. También serreta chica, un bonito macho. Pareció verse un macho de camachuelo picogrueso en un bosquete del camino, aunque no pudo confirmarse.
Tomamos hotel en Kuusamo –Sokos Kuusamo Hotel- y nos fuimos a la ciénaga de Isosuo. Allí becada con pollitos, pico picapinos, bisbita arbóreo, andarríos chico, pito negro, colirrojo real, papamoscas gris y cerrojillo, ampelis a placer.
4 de junio.-
Una vuelta por el lago adyacente al hotel nos deparó agradables sorpresas. Serreta chica, zampullín cuellirrojo, parece ser en su límite más septentrional, porrón osculado con algún macho en plumaje no nupcial, primer y único macho de negrón especulado, centenares de gaviotas enanas y algunas reidoras. También algunas parejas de porrón bastardo y moñudo, y cuatro ejemplares de colimbo chico. Zorzal real y alirrojo a tutiplén, y un avetoro que emitía su canto y cuyo sonido nos acompañó durante todo el tiempo de observación.
Después nos fuimos al camping Viipus, Sierra de Valtavaara, donde vimos los únicos arrendajos funestos del viaje y un macho de urogallo. De aquí a Konttainem, donde en el comedero de aves cercano al aparcamiento de coches entraron camachuelos comunes, luganos, pinzones reales y comunes. De aquí a la estación de esquí de Ruka, donde vimos a placer cuatro machos de urogallo, descansando entre la vegetación. En el lago, serreta chica, mediana y charrán ártico. También archibebe claro defendiendo territorio y porrón osculado.
A las 6 de la tarde habíamos quedado con Olli Lamminsalo, otro guía de Finnature, con la idea de ver algunas especies que nos iban quedando en la lista. La tarde se cerró con lagópodo escandinavo, lechuza de tengmalm, asomando su cabecita por fuera del nido, ésta vez en tronco y no en caja, los primeros somormujos cuellirrojos, algunos sobre nido, y algunas ratas azmilcladas en un precioso lago cercano a Kuusamo. También bisbita arbóreo, andarríos grande, escribano cerillo y gaviota enana. Fuimos a una zona donde se había visto un par de días antes una maura, pero sólo vimos tarabilla norteña. Olli nos llevó también a la búsqueda de escribano rústico, pero no apareció.
5 de junio.-
Nos levantamos muy temprano ya que teníamos nueva cita con Olli, a las 4 de la mañana. Fue el único día lluvioso del viaje, aunque no impidió ver y oir grévol, mejor oído que visto, coliazul cejiblanco, carbonero sibilino y pito negro, en los alrededores de Konttainem. Para grévol era un poco tarde y los machos no entraban bien al reclamo, ya que no se alejan mucho de las hembras que están incubando. El coliazul fue un primer verano y no era totalmente azul, plumaje que cogen en el segundo verano. También zorzal común. Después, cerca de Kuusamo, carbonero lapón en sus cajas nido. También con ayuda de Olli vimos una pareja de escribano pigmeo, que nos costó un tremendo esfuerzo y que no apareció hasta la una de la tarde, con los pies totalmente encharcados porque el goretex ya no daba mucho resultado. Al pie de los escribanos una hembra de lagópodo escandinavo con su nido.
Comimos con Olli, despedida, y a la tarde nos fuimos al vertedero de Kuusamo, donde vimos la buscada gaviota siberiana, Larus heuglini, más gaviota argéntea, cana y fuscus fuscus. Más cuervos y un pigargo.
6 de junio.-
Día de vuelta a Ivalo, aunque paramos en la sierra de Valtavaara y vimos ratonero calzado y una hembra de gallo lira. Un ornitólogo local nos alertó de un mosquitero boreal que estaba cantando, en migración, y que pudimos oir a placer aunque no verlo adecuadamente. Este colega finés nos dijo que unas horas antes había visto escribano rústico en la sierra de Ivaara, lugar que ya no nos quedaba a mano para intentarlo. Con Olli no conseguimos el rústico.
Nos fuimos a la cienaga de Petkula con la idea de intentar el corrrelimos falcinelo y bimbo, apareció, cantando en el cielo sin freno y con un coraje fiero ya que expulsaba de su territorio a todo aquel que entrara en vuelo, como agachadizas, otros falcinellos, alguna cerceta, etc. En total vimos de tres a cinco falcinelos distintos. También falaropo picofino y negrón común. Satisfechos proseguimos viaje y nos paramos a comer cerca de Sodankyla donde nos sobrevolaron unos ampelis. Viaje hasta el hotel y cena de fin de ruta, muy contentos, satisfechos, etc, etc.
7 de junio.-
Vuelta a casa.

Autoría de las fotos:
paisaje renos y grupo.- Paco Chiclana
eider real y cárabo uralense.- JA Lama

sábado, 1 de septiembre de 2007

Fuerteventura 2006



























EXCURSION ORNITOLÓGICA A FUERTEVENTURA 2006
por Paco Chiclana

DEL 26 AL 29-10-06

Participantes: Manolo Villaécija, José Luis Anguita y Paco Chiclana

Especies interesantes observadas: tarro canelo, porrón de collar, cerceta aliazul, halcón tagarote, hubara, corredor, perdiz moruna, bisbita caminero, tarabilla canaria, herrerillo africano, camachuelo trompetero

Resumen.-
Viajamos con Iberia de Sevilla a Tenerife norte, y con Binter hasta Fuerteventura. La vuelta fue similar pero a través de Gran Canaria.
Una vez en Fuerteventura, tomamos un coche alquilado previamente con Orlando, un Opel zafira. Nos alojamos en el Apartotel Bahía Grande, Las Playitas, Tuineje.
Aunque las previsiones meteorológicas amenazaban lluvia los cuatro días, sólo tuvimos algún chubasco esporádico. Dedicamos a la observación ornitológica todas las horas de luz.
Nos facilitaron información previa amigos como Javier Traín, Gustavo Peña, Alfonso López, Miguel Angel Hernández, Joaquín Vizcaíno, Juan Luis Muñoz, Miguel Rouco –a través de su web-, etc, y utilizamos algunos trip reports bajados de internet, así como algún libro y mapa de viajes.
Fuerteventura nos ha cautivado, tanto por la belleza de sus paisajes, como por la espectacularidad de sus aves y la generosidad de sus gentes. Aunque hemos quedado preocupados por la abundancia de la ardilla moruna –Atlantoxerus getulus- especie introducida que parece ocuparlo todo y que suponemos será un problema difícil de solucionar.

Especies que nos han aparecido sin mucho problema han sido la terrera marismeña –ssp polatezki-, el pardillo –ssp harterti-, el ratonero –ssp insularum-, el bisbita caminero, el alcaudón meridional –ssp koenigi-, el gorrión moruno, el camachuelo trompetero –ssp amantum- , el cuervo –ssp canariensis-, el cernícalo vulgar –ssp dacotiae-, la curruca tomillera –ssp orbitalis-, la tórtola turca, el charrán patinegro, la gaviota patiamarilla –ssp atlantis-, la gaviota sombría, la cerceta común, los chorlitejo grande y patinegro, la garceta común, la garza real, el correlimos tridáctilo, el chorlito gris, el vuelvepiedras, el archibebe claro, el andarríos chico, el zarapito trinador y la pardela cenicienta, por lo que estas especies no las mencionaré, por lo general, a continuación.

26 de octubre.-
Sobre las 12 horas cogimos el coche de alquiler y nos fuimos directamente a los Llanos de Tindaya, al lado de la montaña sagrada. Allí tomamos la pista que se dirige hacia la playa y, casi al final, algunas que partían a la derecha. Llanos impresionantes, preciosos, que nos regalaron las dos primeras hubaras –ssp fuertaventurae-, no juntas, y los cuatro primeros corredores, éstos sí juntos. Las hubaras, al vernos, se desplazaban sigilosamente, intentado pasar desapercibidas, no levantando el vuelo. Los corredores tenían el color cobrizo que poseían las piedras por donde se movían.
De allí nos fuimos a la Reserva Ornitológica –SEO- de El Cercado de El Jarde, cerca de Triquivijate, donde el biólogo de la finca, Miguel Angel, nos puso al día sobre los proyectos de conservación en los que se trabaja.
Antes de que cayera la noche nos largamos a los Llanos de Tiscamanita, cerca de Malpaís chico, con la idea de ver a los guirres. Allí, un hombre del pueblo nos acompañó gustosamente y nos mostró el comedero instalado para los alimoches –ssp majorensis- y las torretas donde duermen. Vimos guirres de varias edades. Antes de llegar a los llanos nos volaron otros cuatro corredores, los últimos del viaje. Ya caída la noche, al pasar por Tiscamanita, los árboles del pueblo estaban repletos de gorriones morunos, curioso para los que estamos acostumbrados a que esta especie no visite las zonas urbanizadas en la península.
27 de octubre.-
El objetivo primero de la mañana era ver la tarabilla canaria, por lo que nos fuimos al Barranco de los Canarios, a unos 10 km al sur de Costa Calma, donde pudimos ver a una pareja a placer. En una venta cercana, la chica que la atendía se extrañó cuando pedimos para desayunar café y tostada, ya que decía que lo normal allí era desayunar con cognac o wiski.
De allí nos fuimos a las playas de Sotavento, en busca de limícolas, aunque no vimos nada fuera de lo habitual.
Nuestro siguiente destino fue los Llanos de Costa Calma, en el Istmo de La Pared, donde pudimos ver otras cuatro hubaras, también solitarias cada una de ellas, y varios bandos de gangas ortegas.
A continuación hicimos una parada en las arboledas de Costa Calma para ver paseriformes, pero el bullicio de esa zona, acostumbrados ya al agradable silencio de otras partes de la isla, hizo que nos largáramos rápidamente, no sin antes oír a varios jilgueros.
De La Pared a Pájara nos detuvimos en Montaña Cardones donde pudimos ver hasta cuatro parejas de tarabilla canaria en los barrancos, y también a alguna abubilla.
Una llamada a Alfonso López, que había estado en la isla unos días antes, nos alertó de un macho de porrón de collar en alguna de Las Rosas, por lo que decidimos visitar las existentes. Primeramente nos fuimos a la Rosa de Catalina García, de Tuineje a Gran Tarajal. Es el principal humedal de la isla y no defrauda, ya que pudimos ver allí el macho de porrón de collar, precioso con su plumaje nupcial, un macho de cerceta aliazul, en eclipse, una hembra de silbón, seis espátulas, fochas, gallinetas y cinco tarros canelos.
La siguiente parada era en la otra charca, la Rosa del Taro, de Triquivijate a Tejuates, donde vimos un par de ánades picopintos –Anas poecilorhyncha- , muy bonitos, pero con seguridad escapados de cautividad, y más fochas y gallinetas.
Por último, nos fuimos al área de Betancuria-Vega del Río Palmas, a la búsqueda del herrerillo africano –ssp degener- , que localizamos casi a punto de irse a dormir (se metió para pasar la noche en un tubo que hacia de torreta eléctrica). También por allí curruca cabecinegra –ssp leucogastra- y un posible tagarote.
28 de octubre.-
Mientras esperábamos a que amaneciera escuchamos un alcaraván –ssp insularum- en las cercanías del hotel.
Nos fuimos de nuevo a la Rosa de Catalina García, donde se repitieron las especies del día anterior, más tarabilla canaria. Allí conocimos a Gustavo Peña, gran ornitólogo local, quien nos había facilitado previamente mucha información. Y desde allí, en compañía de Miguel Angel, buen amigo y biólogo del El Jarde, nos fuimos al Embalse de los Molinos. Bonito lugar, con unos cincuenta y cinco tarros canelos que impresionaba verlos por su belleza, tanto posados como en vuelo. También tres archibebes oscuros, un combatiente, una agachadaiza común, tres parejas de tarabilla canaria y varias cigüeñuelas.
Como nos seguía faltando la perdiz moruna, bastante escondida en estos días ya que es especie cinegética y la disparan, metimos a Miguel Angel en el aprieto de que nos llevara a alguna zona donde se la pudiera ver por no sufrir mucha presión. Y nos llevó a los Llanos de Lajares-Rosa de los Negrines, donde pudimos ver unos veinte ejemplares, en un bando muy discreto y camuflado. De allí a El Cotillo, donde comimos al lado de un majestuoso acantilado, y desde donde tomamos una pista que parte de las cercanías del faro y que se dirige hacia Corralejo. Pista preciosa donde las haya, atravesando unas parajes de enganche para los amantes de las playas tranquilas, medio salvajes y solitarias. Por allí vimos un guincho (águila pescadora), una espátula joven, una lavandera blanca, dos garcillas bueyeras, un par de chorlitos dorados y algunos alcatraces.
En Corralejo nos fuimos al puerto, desde donde vimos la cercana isla de Lobos, Lanzarote, y mucha pardela cenicienta en el mar.
Y por último, de Corralejo a Puerto del Rosario, pasando al lado de las bonitas dunas de aquella zona.
29 de octubre.-
Nos levantamos temprano y nos fuimos al faro de La Entallada, en Las Playitas, cerca de nuestro hotel, donde disfrutamos a placer de un par de ejemplares de Halcón Tagarote, uno de ellos deleitándonos en su posadero y después en vuelo durante casi diez minutos. Quizás uno de los mejores momentos de la visita, tanto por lo bonito del lugar, con unos grandes acantilados, como por la belleza de los halcones y por la paz que se respiraba en aquel lugar.
De allí, de nuevo a la Rosa de Catalina García, donde pudimos ver además doce gangas ortegas y una perdiz moruna, suponemos que todas las aves asustadas ya que por la zona había mucho cazador. Nos fuimos en busca de los guirres de Tiscamanita, donde pudimos verlos nuevamente. En la zona también mucho ratonero, todos bastante pálidos y de coloración distinta a los de la península. Pasamos por Malpaís grande donde observamos otra pareja de tarabilla canaria. De allí a Pozo Negro, a ver el mar, y de allí al Barranco de la Torre, en una breve visita camino del aeropuerto. En este barranco vimos más perdices morunas huyendo de los cazadores, dos machos de tarabilla canaria, curruca cabecinegra, y paserifomes en paso como mosquitero musical, común, y papamoscas cerrojillo.
Y por último a las salinas de Caleta de Fuste, donde comimos y nos despedimos de la isla.

Autores de fotos.-
-paisaje: José Manuel Marín
-hubara: Raimundo Martín